Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 11:20-34 verso por verso
Porque cuando se reúnen en uno, eso no es para comer la Cena del Señor,
pues cada cual se adelanta a comer su propia cena; y mientras uno tiene hambre, otro se halla embriagado.
¿Acaso no tienen casas en donde comer y beber? ¿O menosprecian la iglesia de Dios y avergüenzan a los que no tienen? ¿Qué les diré? ¿Los alabaré? ¡En esto no los alabo!
Porque yo recibí del Señor la enseñanza que también les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan;
y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: “Tomen, coman. Esto es mi cuerpo que por ustedes es partido. Hagan esto en memoria de mí”.
Asimismo, tomó también la copa después de haber cenado, y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Hagan esto todas las veces que la beban en memoria de mí”.
Todas las veces que coman este pan y beban esta copa, anuncian la muerte del Señor, hasta que él venga.
De modo que cualquiera que coma este pan y beba esta copa del Señor de manera indigna, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.
Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa.
Porque el que come y bebe, no discerniendo el cuerpo, juicio come y bebe para sí.
Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos duermen.
Pero si nos examináramos bien a nosotros mismos, no se nos juzgaría.
Pero siendo juzgados, somos disciplinados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.
Si alguien tiene hambre, coma en su casa, para que no se reúnan para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando llegue.