Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 11:31-34 verso por verso
Pero si nos examináramos bien a nosotros mismos, no se nos juzgaría.
Pero siendo juzgados, somos disciplinados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.
Si alguien tiene hambre, coma en su casa, para que no se reúnan para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando llegue.