Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 11:4-10 verso por verso
Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza no cubierta, afrenta su cabeza, porque da lo mismo que si se hubiese rapado.
Porque si la mujer no se cubre, que se corte todo el cabello; y si le es vergonzoso cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
El hombre no ha de cubrir su cabeza, porque él es la imagen y la gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre.
Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre.
Además, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
Por lo cual, la mujer debe tener una señal de autoridad sobre su cabeza por causa de los ángeles.