• 1 Corintios 15:12

    Ahora bien, si Cristo es predicado como que ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo es que algunos entre ustedes dicen que no hay resurrección de muertos?

  • 1 Corintios 15:13

    Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado.

  • 1 Corintios 15:14

    Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación; vana también es la fe de ustedes.

  • 1 Corintios 15:15

    Y aun somos hallados falsos testigos de Dios, porque hemos atestiguado de Dios que resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si se toma por sentado que los muertos no resucitan.

  • 1 Corintios 15:16

    Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado;

  • 1 Corintios 15:17

    y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es inútil; todavía están en sus pecados.

  • 1 Corintios 15:18

    En tal caso, también los que han dormido en Cristo han perecido.

  • 1 Corintios 15:19

    ¡Si solo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres!

  • 1 Corintios 15:20

    Pero ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que durmieron.

  • 1 Corintios 15:21

    Puesto que la muerte entró por medio de un hombre, también por medio de un hombre ha venido la resurrección de los muertos.

  • 1 Corintios 15:22

    Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.

  • 1 Corintios 15:23

    Pero cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

  • 1 Corintios 15:24

    Después el fin, cuando él entregue el reino al Dios y Padre, cuando ya haya anulado todo principado, autoridad y poder.

  • 1 Corintios 15:25

    Porque es necesario que él reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.

  • 1 Corintios 15:26

    El último enemigo que será destruido es la muerte.

  • 1 Corintios 15:27

    Porque ha sujetado todas las cosas debajo de sus pies. Pero cuando dice: “Todas las cosas están sujetas a él”, claramente está exceptuando a aquel que le sujetó todas las cosas.

  • 1 Corintios 15:28

    Pero cuando aquel le ponga en sujeción todas las cosas, entonces el Hijo mismo también será sujeto al que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea el todo en todos.

  • 1 Corintios 15:29

    Por otro lado, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si los muertos de ninguna manera resucitan, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos?

  • 1 Corintios 15:30

    ¿Y por qué, pues, nos arriesgamos nosotros a toda hora?

  • 1 Corintios 15:31

    Sí, hermanos, cada día muero; lo aseguro por lo orgulloso que estoy de ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor.

  • 1 Corintios 15:32

    Si como hombre batallé en Éfeso contra las fieras, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, ¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!.

  • 1 Corintios 15:33

    No se dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”.

  • 1 Corintios 15:34

    Vuelvan a la sobriedad, como es justo, y no pequen más, porque algunos tienen ignorancia de Dios. Para vergüenza de ustedes lo digo.

  • 1 Corintios 15:35

    Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vienen?

  • 1 Corintios 15:36

    Necio, lo que tú siembras no llega a tener vida a menos que muera.

  • 1 Corintios 15:37

    Y lo que siembras, no es el cuerpo que ha de salir, sino el mero grano, ya sea de trigo o de otra cosa.

  • 1 Corintios 15:38

    Pero Dios le da un cuerpo como quiere, a cada semilla su propio cuerpo.

  • 1 Corintios 15:39

    No toda carne es la misma carne; sino que una es la carne de los hombres, otra la carne de los animales, otra la de las aves y otra la de los peces.

  • 1 Corintios 15:40

    También hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales. Pero de una clase es la gloria de los celestiales; y de otra, la de los terrenales.

  • 1 Corintios 15:41

    Una es la gloria del sol, otra es la gloria de la luna y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella es diferente de otra en gloria.

  • 1 Corintios 15:42

    Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción; se resucita en incorrupción.

  • 1 Corintios 15:43

    Se siembra en deshonra; se resucita con gloria. Se siembra en debilidad; se resucita con poder.

  • 1 Corintios 15:44

    Se siembra cuerpo natural; se resucita cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural; también hay cuerpo espiritual.

  • 1 Corintios 15:45

    Así también está escrito: el primer hombre Adán llegó a ser un alma viviente; y el postrer Adán, espíritu vivificante.

  • 1 Corintios 15:46

    Pero lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual.

  • 1 Corintios 15:47

    El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es celestial.

  • 1 Corintios 15:48

    Como es el terrenal, así son también los terrenales; y como es el celestial, así son también los celestiales.

  • 1 Corintios 15:49

    Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.

  • 1 Corintios 15:50

    Y esto digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción.

  • 1 Corintios 15:51

    He aquí, les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados

  • 1 Corintios 15:52

    en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados.

  • 1 Corintios 15:53

    Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad.

  • 1 Corintios 15:54

    Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!

  • 1 Corintios 15:55

    ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?.

  • 1 Corintios 15:56

    Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.

  • 1 Corintios 15:57

    Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

  • 1 Corintios 15:58

    Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su arduo trabajo en el Señor no es en vano.

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