Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 4:8-17 verso por verso
Ya están saciados; ya se enriquecieron; sin nosotros llegaron a reinar. ¡Ojalá reinaran, para que nosotros reináramos también con ustedes!
Porque considero que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha exhibido en último lugar, como a condenados a muerte; porque hemos llegado a ser espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres.
Nosotros somos insensatos por causa de Cristo; ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles; ustedes fuertes. Ustedes son distinguidos, pero nosotros despreciados.
Hasta la hora presente sufrimos hambre y sed, nos falta ropa, andamos heridos de golpes y sin dónde morar.
Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Cuando somos insultados, bendecimos; cuando somos perseguidos, lo soportamos;
cuando somos difamados, procuramos ser amistosos. Hemos venido a ser hasta ahora como el desperdicio del mundo, el desecho de todos.
No les escribo esto para avergonzarlos, sino para amonestarlos como a mis hijos amados.
Pues aunque tengan diez mil tutores en Cristo, no tienen muchos padres; porque en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.
Por tanto, los exhorto a que sean imitadores de mí.
Por esto, les he enviado a Timoteo, quien es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual les hará recordar mi proceder en Cristo Jesús, tal como lo enseño por todas partes en todas las iglesias.