Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 7:28-35 verso por verso
Pero también, si te casas, no pecas; y si la soltera se casa, no peca; aunque aquellos que se casan tendrán aflicción en la carne, y yo quisiera evitársela.
Pero les digo esto, hermanos, que el tiempo se ha acortado. En cuanto al tiempo que queda, los que tienen esposas sean como si no las tuvieran;
los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran;
y los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutaran de él. Porque el orden presente de este mundo está pasando.
Quisiera, pues, que estuviesen libres de ansiedad. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor;
pero el casado se preocupa de las cosas de la vida, de cómo ha de agradar a su esposa,
y su atención está dividida. La mujer no casada, o soltera, se preocupa de las cosas del Señor, a fin de ser consagrada tanto en cuerpo como en espíritu. En cambio, la casada tiene cuidado de las cosas de la vida, de cómo ha de agradar a su esposo.
Esto digo para su provecho; no para ponerles restricción, sino para que vivan honestamente, atendiendo al Señor sin impedimento.