Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Corintios 9:1-14 verso por verso
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿Acaso no he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor?
Si para otros yo no soy apóstol, ciertamente para ustedes lo soy, porque ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor.
Esta es mi defensa contra cuantos me cuestionan:
¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber?
¿No tenemos derecho a llevar una esposa creyente con nosotros, tal como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Pedro?
¿O solo Bernabé y yo no tenemos derecho a dejar de trabajar?
¿Quién presta jamás servicio de soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta el rebaño y no toma la leche del rebaño?
¿Será que digo estas cosas solo como hombre? ¿No lo dice también la ley?
Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado solo de los bueyes?
¿O lo dice enteramente para nosotros? Pues para nosotros está escrito. Porque el que ara ha de arar con esperanza; y el que trilla, con esperanza de participar del fruto.
Si nosotros hemos sembrado cosas espirituales para ustedes, ¿será gran cosa si de ustedes cosechamos bienes materiales?
Si otros participan de este derecho sobre ustedes, ¿no nos corresponde más a nosotros? Sin embargo, nunca usamos de este derecho; más bien, lo soportamos todo para no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
¿No saben que los que trabajan en el santuario comen de las cosas del santuario; es decir, los que sirven al altar participan del altar?
Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.