Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Crónicas 21:14-18 verso por verso
Así que el SEÑOR envió una epidemia a Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel.
Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Pero cuando iba a destruirla, el SEÑOR miró y cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: — ¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.
Entonces David alzó sus ojos y vio al ángel del SEÑOR que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.
Y David dijo a Dios: — ¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo soy el que ha pecado, y en verdad he actuado mal. Pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, por favor, sea tu mano contra mí y contra mi casa paterna, pero no haya epidemia en tu pueblo.
Entonces el ángel del SEÑOR ordenó a Gad decir a David que subiera y erigiera un altar al SEÑOR en la era de Ornán el jebuseo.