Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Crónicas 9:17-29 verso por verso
Y los porteros fueron: Salum, Acub, Talmón, Ajimán y sus hermanos. Salum era el jefe.
Hasta ahora están estos porteros de los campamentos de los hijos de Leví en la puerta del rey, que está al este.
Salum hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré; y sus hermanos los coreítas, de su casa paterna, estuvieron a cargo de la obra del servicio, guardando las puertas del tabernáculo, así como sus padres guardaron la entrada del campamento del SEÑOR.
Fineas hijo de Eleazar fue previamente el principal de ellos, y el SEÑOR estaba con él.
Zacarías hijo de Meselemías era portero a la entrada del tabernáculo de reunión.
Todos estos escogidos para ser guardias de las puertas eran doscientos doce cuando fueron contados en sus aldeas, según sus registros genealógicos. A ellos los instalaron en sus funciones David y Samuel el vidente.
Así ellos y sus hijos fueron porteros por turno en la casa del SEÑOR, es decir, en la casa del tabernáculo.
Los porteros estaban en los cuatro puntos cardinales: en el este, en el oeste, en el norte y en el sur.
Sus hermanos que estaban en sus aldeas venían de tiempo en tiempo, para estar con estos durante siete días.
Pero los cuatro jefes de los porteros, que eran levitas, estaban en puestos de confianza, a cargo de las cámaras y de los tesoros de la casa de Dios.
Estos pasaban la noche alrededor de la casa de Dios, porque estaban encargados de guardarla y de abrirla cada mañana.
Algunos de ellos estaban encargados de los utensilios para el culto, los cuales eran contados cuando los guardaban y contados cuando los sacaban.
Otros habían sido encargados de los utensilios, de todos los utensilios del santuario, de la harina, del vino, del aceite, del incienso y de las especias aromáticas.