Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Juan 2:3-17 verso por verso
En esto sabemos que nosotros lo hemos conocido: en que guardamos sus mandamientos.
El que dice: “Yo lo conozco” y no guarda sus mandamientos es mentiroso y la verdad no está en él.
Pero en el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él.
El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo.
Amados, no les escribo un mandamiento nuevo sino el mandamiento antiguo que tenían desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído.
Otra vez les escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya está alumbrando.
El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está en tinieblas todavía.
El que ama a su hermano permanece en la luz y en él no hay tropiezo.
Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas; y no sabe a dónde va porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Les escribo a ustedes, hijitos, porque los pecados de ustedes han sido perdonados por causa de su nombre.
Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, niñitos, porque han conocido al Padre.
Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno.
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él
porque todo lo que hay en el mundo — los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida — no proviene del Padre sino del mundo.
Y el mundo está pasando y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.