Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Juan 3:3-15 verso por verso
Y todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él también es puro.
Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
Y ustedes saben que él fue manifestado para quitar los pecados y que en él no hay pecado.
Todo aquel que permanece en él no continúa pecando. Todo aquel que sigue pecando no lo ha visto ni le ha conocido.
Hijitos, nadie los engañe. El que practica justicia es justo, como él es justo.
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo.
Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede seguir pecando porque ha nacido de Dios.
En esto se revelan los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo aquel que no practica justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.
Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.
No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran justas.
Y no se maravillen, hermanos, si el mundo los aborrece.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.
Todo aquel que odia a su hermano es homicida, y ustedes saben que ningún homicida tiene vida eterna permaneciendo en él.