Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Pedro 1:12-26 verso por verso
A ellos les fue revelado que, no para sí mismos sino para ustedes, administraban las cosas que ahora les han sido anunciadas por los que les han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas que hasta los ángeles anhelan contemplar.
Por eso, con la mente preparada para actuar y siendo sobrios, pongan su esperanza completamente en la gracia que les es traída en la revelación de Jesucristo.
Como hijos obedientes, no se conformen a las pasiones que antes tenían estando en su ignorancia.
Antes bien, así como aquel que los ha llamado es santo, también sean santos ustedes en todo aspecto de su manera de vivir
porque escrito está: Sean santos porque yo soy santo.
Y si invocan como Padre a aquel que juzga según la obra de cada uno sin hacer distinción de personas, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación.
Tengan presente que han sido rescatados de su vana manera de vivir, la cual heredaron de sus padres, no con cosas corruptibles como oro o plata
sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
Él, a la verdad, fue destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por causa de ustedes.
Por medio de él creen en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y le ha dado gloria de modo que su fe y esperanza estén en Dios.
Habiendo purificado la vida de ustedes en obediencia a la verdad para un amor fraternal no fingido, ámense los unos a los otros ardientemente y de corazón puro;
pues han nacido de nuevo, no de simiente corruptible sino de incorruptible, por medio de la palabra de Dios que vive y permanece.
Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria es como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;
pero la palabra del Señor permanece para siempre. Esta es la palabra del evangelio que les ha sido anunciada.