Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Pedro 2:22-25 verso por verso
Él no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su boca.
Cuando lo maldecían, él no respondía con maldición. Cuando padecía, no amenazaba sino que se encomendaba al que juzga con justicia.
Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
Porque eran como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor y Obispo de su vida.