Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Pedro 3:1-11 verso por verso
Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a su marido para que, si algunos no obedecen a la palabra, también sean ganados sin una palabra por medio de la conducta de sus mujeres,
al observar su manera de vivir reverente y casta.
Su adorno no sea el exterior, con arreglos ostentosos del cabello y adornos de oro ni en vestir ropa lujosa;
sino que sea la persona interior del corazón en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
Porque así también se adornaban en tiempos antiguos aquellas santas mujeres que esperaban en Dios y estaban sujetas a su propio marido.
Así Sara obedeció a Abraham llamándolo señor. Y ustedes han venido a ser hijas de ella si hacen el bien y no tienen miedo de ninguna amenaza.
Ustedes, maridos, de la misma manera vivan con ellas con comprensión, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que las oraciones de ustedes no sean estorbadas.
Finalmente, sean todos de un mismo sentir: compasivos, amándose fraternalmente, misericordiosos y humildes.
No devuelvan mal por mal ni maldición por maldición sino, por el contrario, bendigan; pues para esto han sido llamados, para que hereden bendición.
Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala.