Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 1:17-27 verso por verso
Ella le respondió: — Señor mío, tú has jurado a tu sierva por el SEÑOR tu Dios: “Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono”.
Pero ahora, he aquí que reina Adonías; y tú, mi señor el rey, no lo sabes.
Él ha matado numerosos bueyes, ganado engordado y ovejas; ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, jefe del ejército; pero no ha invitado a tu siervo Salomón.
Ahora bien, oh mi señor el rey, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él.
De otra manera, acontecerá que cuando mi señor el rey repose con sus padres, mi hijo Salomón y yo seremos tenidos por culpables.
Y he aquí, mientras ella todavía hablaba con el rey, llegó el profeta Natán.
E informaron al rey diciendo: — El profeta Natán está aquí. Cuando él entró a la presencia del rey, se postró a tierra sobre su rostro ante el rey.
Entonces dijo Natán: — Mi señor el rey, ¿has dicho tú: “Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono”?
Porque hoy ha descendido y ha matado numerosos bueyes, ganado engordado y ovejas. Ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar. He aquí, ellos están comiendo y bebiendo ante él, y han dicho: “¡Viva el rey Adonías!”.
Pero no me ha invitado a mí, tu siervo; ni al sacerdote Sadoc ni a Benaías hijo de Joyada ni a tu siervo Salomón.
¿Ha sido ordenado este asunto por mi señor el rey, sin haber informado a tu siervo quién se habría de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él?