Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 1:22-31 verso por verso
Y he aquí, mientras ella todavía hablaba con el rey, llegó el profeta Natán.
E informaron al rey diciendo: — El profeta Natán está aquí. Cuando él entró a la presencia del rey, se postró a tierra sobre su rostro ante el rey.
Entonces dijo Natán: — Mi señor el rey, ¿has dicho tú: “Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono”?
Porque hoy ha descendido y ha matado numerosos bueyes, ganado engordado y ovejas. Ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar. He aquí, ellos están comiendo y bebiendo ante él, y han dicho: “¡Viva el rey Adonías!”.
Pero no me ha invitado a mí, tu siervo; ni al sacerdote Sadoc ni a Benaías hijo de Joyada ni a tu siervo Salomón.
¿Ha sido ordenado este asunto por mi señor el rey, sin haber informado a tu siervo quién se habría de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él?
Entonces el rey David respondió diciendo: — Llámenme a Betsabé. Ella entró a la presencia del rey y se puso de pie delante de él.
Y el rey juró diciendo: — ¡Vive el SEÑOR que rescató mi alma de toda adversidad,
que como yo te he jurado por el SEÑOR Dios de Israel, diciendo: “Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en mi lugar”, ciertamente así lo haré en el día de hoy!
Entonces Betsabé se inclinó con el rostro a tierra y se postró ante el rey, diciendo: — ¡Viva para siempre mi señor, el rey David!