Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 1:3-11 verso por verso
Entonces buscaron a una joven bella por todo el territorio de Israel. Hallaron a Abisag la sunamita y la llevaron al rey.
La joven era sumamente bella. Ella atendía al rey y le servía, pero el rey no la conoció.
Entonces Adonías, hijo de Haguit, se enalteció diciendo: “¡Yo seré rey!”. Y se consiguió un carro, jinetes y cincuenta hombres que corrieran delante de él.
En toda su vida, su padre no lo había contrariado diciéndole: “¿Por qué has actuado así?”. Él era también de muy buena presencia y había nacido después de Absalón.
Adonías tenía tratos con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar. Ellos respaldaban a Adonías;
pero el sacerdote Sadoc, Benaías hijo de Joyada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David no seguían a Adonías.
Adonías mató ovejas, vacas y ganado engordado junto a la peña de Zojélet, que está cerca de En-rogel; e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, servidores del rey.
Pero no invitó al profeta Natán ni a Benaías ni a los valientes ni a su hermano Salomón.
Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón, diciendo: — ¿No has oído que reina Adonías, hijo de Haguit, sin que lo sepa nuestro señor David?