Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 12:26-33 verso por verso
Y Jeroboam pensó en su corazón: “Ahora el reino volverá a la casa de David,
si este pueblo sube para ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén. El corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá”.
Y habiendo tomado consejo, el rey hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: “¡Bastante han subido a Jerusalén! ¡He aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto!”.
Puso el uno en Betel y el otro lo puso en Dan.
Y esto fue ocasión de pecado, porque el pueblo iba para adorar delante de uno de ellos, hasta Dan.
También hizo santuarios en los lugares altos e instituyó sacerdotes de entre la gente común, que no eran hijos de Leví.
Jeroboam instituyó una fiesta el día quince del mes octavo, semejante a la fiesta que había en Judá, y subió al altar que hizo en Betel, para ofrecer sacrificios a los becerros que había hecho. En Betel estableció también sacerdotes para los lugares altos que había edificado.
Subió al altar que había hecho en Betel, el día quince del mes octavo, fecha que inventó en su corazón. Hizo la fiesta para los hijos de Israel y subió al altar para quemar incienso.