Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 13:10-25 verso por verso
Se fue, pues, por otro camino y no volvió por el camino por donde había venido a Betel.
Vivía en Betel un profeta anciano, a quien fueron sus hijos y le contaron todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel. También contaron a su padre las palabras que había hablado al rey.
Y su padre les preguntó: — ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá.
Él dijo a sus hijos: — Aparéjenme el asno. Ellos le aparejaron el asno. Entonces montó sobre él,
fue tras aquel hombre de Dios y lo halló sentado debajo de la encina. Le preguntó: — ¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? Le respondió: — Sí, yo soy.
Entonces le dijo: — Ven conmigo a casa y come pan.
Pero él respondió: — No podré volver contigo ni entrar contigo. Tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar,
porque me fue dicho por mandato del SEÑOR: “No comas pan ni bebas agua de allí ni vuelvas por el camino que vayas”.
Y le dijo: — Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por mandato del SEÑOR, diciendo: “Hazlo volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua”. Pero le mintió.
Entonces se volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua.
Y aconteció que estando ellos sentados a la mesa, vino la palabra del SEÑOR al profeta que lo había hecho volver,
y clamó al hombre de Dios que había venido de Judá, diciendo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Porque has sido desobediente al dicho del SEÑOR y no guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había mandado,
sino que volviste y comiste pan y bebiste agua en este lugar del cual él te había dicho que no comieras pan ni bebieras agua, tu cuerpo no entrará en el sepulcro de tus padres”.
Sucedió que cuando había comido pan y bebido agua, el profeta que lo había hecho volver le aparejó el asno.
Cuando se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino. El asno estaba de pie junto a él, y también el león estaba de pie junto al cadáver.
Y he aquí que pasaron unos hombres y vieron el cadáver que estaba tendido en el camino y el león que estaba de pie junto al cadáver, y fueron y lo dijeron en la ciudad donde habitaba el profeta anciano.