Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 13:29-30 verso por verso
El profeta levantó el cuerpo del hombre de Dios, lo colocó sobre el asno y se lo llevó. El profeta anciano fue a la ciudad para hacer duelo por él y sepultarlo.
Puso su cuerpo en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él diciendo: — ¡Ay, hermano mío!