Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 13:29-31 verso por verso
El profeta levantó el cuerpo del hombre de Dios, lo colocó sobre el asno y se lo llevó. El profeta anciano fue a la ciudad para hacer duelo por él y sepultarlo.
Puso su cuerpo en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él diciendo: — ¡Ay, hermano mío!
Sucedió que después de haberlo sepultado, habló a sus hijos diciendo: — Cuando yo muera, sepúltenme en el sepulcro en que está sepultado el hombre de Dios. Pongan mis restos junto a los suyos,