Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 13:4-6 verso por verso
Sucedió que cuando el rey Jeroboam oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo: — ¡Préndanlo! Pero se le secó la mano que había extendido contra él, de manera que no pudo volverla hacia sí.
Entonces el altar se partió, y la ceniza se desparramó del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por mandato del SEÑOR.
Entonces el rey respondió y dijo al hombre de Dios: — Implora, por favor, al SEÑOR tu Dios y ora por mí, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios imploró el favor del SEÑOR, y la mano del rey le fue restaurada, y volvió a ser como antes.