Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 15:16-24 verso por verso
Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos.
Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y estaba reedificando Ramá para no dejar que ninguno tuviera acceso a Asa, rey de Judá.
Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que habían quedado en los tesoros de la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey, y los entregó en mano de sus servidores. Luego el rey Asa los envió a Ben-hadad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, que habitaba en Damasco, diciendo:
“Haya alianza entre tú y yo, como la había entre mi padre y tu padre. He aquí, yo te envío un obsequio de plata y oro; ve y anula tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí”.
Ben-hadad consintió con el rey Asa. Envió contra las ciudades de Israel a los jefes de sus ejércitos, y atacó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca y toda la región del mar Quinéret, con toda la tierra de Neftalí.
Sucedió que cuando Baasa oyó esto, dejó de reedificar Ramá y habitó en Tirsa.
Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a nadie, y se llevaron las piedras y la madera de Ramá, con que Baasa edificaba. Y con ellas el rey Asa reedificó Geba de Benjamín y Mizpa.
Todos los demás hechos de Asa, todo su poderío, todas las cosas que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Solo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies.
Asa reposó con sus padres y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David, su padre. Y su hijo Josafat reinó en su lugar.