Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 15:9-24 verso por verso
En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá;
y reinó cuarenta y un años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maaca hija de Absalón.
Asa hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como su padre David.
Barrió del país a los varones consagrados a la prostitución ritual y quitó todos los ídolos que habían hecho sus padres.
También depuso a su madre Maaca de ser reina madre, porque ella había hecho una monstruosa imagen de Asera. Asa destruyó la monstruosa imagen y la quemó junto al arroyo de Quedrón.
Aunque no quitó los lugares altos, sin embargo, el corazón de Asa fue íntegro para con el SEÑOR, todos sus días.
Él introdujo en la casa del SEÑOR lo que había consagrado su padre, y lo que él mismo había consagrado: plata, oro y utensilios.
Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos.
Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y estaba reedificando Ramá para no dejar que ninguno tuviera acceso a Asa, rey de Judá.
Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que habían quedado en los tesoros de la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey, y los entregó en mano de sus servidores. Luego el rey Asa los envió a Ben-hadad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, que habitaba en Damasco, diciendo:
“Haya alianza entre tú y yo, como la había entre mi padre y tu padre. He aquí, yo te envío un obsequio de plata y oro; ve y anula tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí”.
Ben-hadad consintió con el rey Asa. Envió contra las ciudades de Israel a los jefes de sus ejércitos, y atacó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca y toda la región del mar Quinéret, con toda la tierra de Neftalí.
Sucedió que cuando Baasa oyó esto, dejó de reedificar Ramá y habitó en Tirsa.
Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a nadie, y se llevaron las piedras y la madera de Ramá, con que Baasa edificaba. Y con ellas el rey Asa reedificó Geba de Benjamín y Mizpa.
Todos los demás hechos de Asa, todo su poderío, todas las cosas que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Solo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies.
Asa reposó con sus padres y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David, su padre. Y su hijo Josafat reinó en su lugar.