Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 18:18-24 verso por verso
Y él respondió: — Yo no he trastornado a Israel, sino tú y tu casa paterna, al haber abandonado los mandamientos del SEÑOR y al haber seguido a los Baales.
Ahora pues, manda que se reúnan conmigo en el monte Carmelo todo Israel, los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera que comen de la mesa de Jezabel.
Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: — ¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, ¡síganlo! Y si Baal, ¡síganlo! Pero el pueblo no le respondió nada.
Entonces Elías volvió a decir al pueblo: — Solo yo he quedado como profeta del SEÑOR, pero de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
Dennos, pues, dos toros. Escojan ellos un toro para sí, córtenlo en pedazos y pónganlo sobre la leña; pero no pongan fuego. Yo prepararé el otro toro y lo pondré sobre la leña, pero no pondré fuego.
Luego invoquen ustedes el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del SEÑOR. El Dios que responda con fuego, ¡ese es Dios! Todo el pueblo respondió y dijo: — ¡Bien dicho!