Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 2:7-19 verso por verso
“Pero mostrarás benevolencia a los hijos de Barzilai el galaadita. Que ellos estén entre los que comen a tu mesa, porque se pusieron a mi lado cuando yo iba huyendo de tu hermano Absalón.
“He aquí, tienes contigo a Simei hijo de Gera, el benjaminita de Bajurim, quien me maldijo con una cruel maldición el día que yo iba a Majanaim. Pero cuando él mismo descendió a recibirme al Jordán, le juré por el SEÑOR diciendo: ‘No te mataré a espada’.
Pero ahora no lo absolverás. Puesto que tú eres un hombre sabio, sabrás lo que debes hacer con él; harás descender sus canas con sangre al Seol”.
Entonces David reposó con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David.
El tiempo que David reinó sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años, y en Jerusalén reinó treinta y tres años.
Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.
Entonces Adonías, hijo de Haguit, fue a Betsabé, madre de Salomón, y ella le preguntó: — ¿Es pacífica tu visita? Él respondió: — Es pacífica.
— Y añadió — : Tengo que decirte algo. Ella dijo: — Habla.
Él dijo: — Tú sabes que el reino era mío y que todo Israel había puesto la mirada en mí, para que yo reinara. Pero el reino cambió de manos y pasó a ser de mi hermano, porque por determinación del SEÑOR era suyo.
Ahora, yo te hago una petición; no me la niegues. Ella le dijo: — Habla.
Entonces él dijo: — Por favor, habla al rey Salomón, porque él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag la sunamita.
Y Betsabé dijo: — Bien, yo hablaré al rey por ti.
Betsabé fue al rey Salomón para hablarle a favor de Adonías. El rey se levantó para recibirla y le hizo reverencia. Volvió a sentarse en su trono e hizo poner una silla para la madre del rey, quien se sentó a su derecha.