Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 21:19-29 verso por verso
Le hablarás diciendo: “Así ha dicho el SEÑOR: ‘¿Has asesinado y también has tomado posesión?’”. Luego le hablarás diciendo: “Así ha dicho el SEÑOR: ‘En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre’”.
Acab dijo a Elías: — ¿Así que me has encontrado, enemigo mío? Él respondió: — Te he encontrado, porque te has vendido para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Así dice el SEÑOR: “He aquí, yo traeré el mal sobre ti y te barreré por completo. Eliminaré de Acab a todo varón en Israel, tanto al esclavo como al libre.
Yo haré a los de tu casa como a los de la casa de Jeroboam hijo de Nabat y a los de la casa de Baasa hijo de Ajías, por la provocación con que me has provocado a ira y con que has hecho pecar a Israel”.
También de Jezabel ha hablado el SEÑOR diciendo: “Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Jezreel.
Al que de Acab muera en la ciudad, lo comerán los perros; y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo”.
No hubo realmente nadie como Acab, que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, pues su mujer Jezabel lo incitaba.
Él actuó de manera muy abominable, yendo tras los ídolos, conforme a todo lo que hacían los amorreos, a los cuales el SEÑOR había echado de delante de los hijos de Israel.
Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, ayunó y se acostó con el cilicio; y andaba humillado.
Entonces vino la palabra del SEÑOR a Elías el tisbita, diciendo:
— ¿Has visto cómo se ha humillado Acab delante de mí? Por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.