Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 3:23-28 verso por verso
Entonces el rey dijo: — Esta dice: “Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto”; y la otra dice: “¡No! Sino que tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive”.
— Y el rey añadió — : ¡Tráiganme una espada! Trajeron la espada ante el rey,
y enseguida dijo el rey: — ¡Partan al niño vivo en dos, y den la mitad a la una y la otra mitad a la otra!
Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey, porque sus entrañas se conmovieron por su hijo, y dijo: — ¡Ay, señor mío! Den a esta el niño vivo; no lo maten. Pero la otra dijo: — No será ni para mí ni para ti. Pártanlo.
El rey respondió diciendo: — Den a aquella el hijo vivo. No lo maten; ella es su madre.
Todo Israel se enteró de la sentencia que había dado el rey, y tuvieron temor al rey, porque vieron que en él había sabiduría de Dios para administrar justicia.