Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Reyes 6:20-35 verso por verso
El santuario interior tenía nueve metros de largo, nueve metros de ancho y nueve metros de alto; y lo recubrió de oro puro. También recubrió de cedro el altar.
Después Salomón recubrió de oro puro el interior del templo y puso cadenas de oro en la parte delantera del santuario interior, y lo recubrió de oro.
Y recubrió de oro todo el templo, hasta que todo el templo fue terminado. También recubrió de oro todo el altar que estaba delante del santuario interior.
Hizo también en el santuario interior dos querubines de madera de olivo, cada uno de cuatro y medio metros de alto.
El ala de un querubín tenía dos metros con veinticinco centímetros, y la otra ala del querubín tenía dos metros con veinticinco centímetros. Había cuatro y medio metros desde el extremo de un ala hasta el extremo de la otra.
De la misma manera, el segundo querubín tenía cuatro y medio metros. Los dos querubines tenían la misma medida y la misma forma.
El primer querubín tenía cuatro y medio metros de alto, e igualmente el segundo querubín.
Luego puso los querubines en medio del santuario interior. Las alas de los querubines se extendían de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro querubín tocaba la otra pared; y las otras dos alas que daban al centro del recinto se tocaban ala con ala.
Luego recubrió de oro los querubines.
En todas las paredes alrededor del templo, en el interior y en el exterior, talló bajorrelieves de querubines, palmeras y flores abiertas.
Y cubrió de oro el suelo del santuario, tanto el interior como el exterior.
Para la entrada del santuario interior hizo puertas de madera de olivo. Los postes de las puertas eran pentagonales.
Las dos puertas eran de madera de olivo, y talló en ellas bajorrelieves de querubines, palmeras y flores abiertas, y las recubrió de oro; también recubrió de oro los querubines y las palmeras.
De la misma manera hizo para la entrada del templo postes cuadrangulares de madera de olivo.
Las dos puertas eran de madera de ciprés. Las dos hojas de una puerta eran giratorias. Y las dos hojas de la otra puerta también eran giratorias.
También en ellas talló querubines, palmeras y flores abiertas, y los recubrió de oro, ajustado a los grabados.