Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 1:22-28 verso por verso
Pero Ana no fue, sino que dijo a su marido: — Tan pronto como el niño sea destetado, lo llevaré para que sea presentado ante el SEÑOR y se quede allí para siempre.
Y Elcana su marido le respondió: — Haz lo que te parezca bien; quédate hasta que lo destetes. ¡Solo que el SEÑOR cumpla la palabra que sale de tu boca!. Así que la mujer se quedó y amamantó a su hijo hasta que lo destetó.
Y después de haberlo destetado, lo llevó consigo y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, junto con un toro de tres años, veinte kilos de harina y una vasija de vino. El niño era pequeño.
Después de degollar el toro llevaron el niño a Elí.
Y ella dijo: — ¡Oh señor mío! Vive tu alma, oh señor mío, que yo soy aquella mujer que estuvo de pie aquí, junto a ti, orando al SEÑOR.
Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido lo que le pedí.
Por eso yo también lo dedico al SEÑOR; y estará dedicado al SEÑOR todos los días de su vida. Y adoraron allí al SEÑOR.