Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 12:2-9 verso por verso
Ahora, he aquí que su rey irá delante de ustedes. Yo ya soy viejo y estoy lleno de canas, y he aquí que mis hijos están con ustedes. Yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta el día de hoy.
Heme aquí: Testifiquen contra mí en presencia del SEÑOR y en presencia de su ungido. ¿De quién he tomado un buey? ¿De quién he tomado un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿De mano de quién he aceptado soborno para cerrar mis ojos por ello? Testifiquen contra mía, y yo se lo restituiré.
Ellos respondieron: — No nos has defraudado ni nos has oprimido ni has tomado nada de mano de nadie.
Él les dijo: — El SEÑOR es testigo contra ustedes. También su ungido es testigo en este día, que no han hallado en mi poder ninguna cosa. Ellos respondieron: — ¡Él es testigo!
Entonces Samuel dijo al pueblo: — El SEÑOR es quien designó a Moisés y a Aarón, y sacó a los padres de ustedes de la tierra de Egipto.
Ahora, preséntense para que yo exponga con ustedes el caso ante el SEÑOR, respecto a todos los actos de justicia que el SEÑOR ha hecho por ustedes y por sus padres.
Después que Jacob entró en Egipto, sus padres clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR envió a Moisés y a Aarón, quienes sacaron de Egipto a los padres de ustedes y los hicieron habitar en este lugar.
Pero ellos se olvidaron del SEÑOR su Dios, y él los entregó en mano de Sísara, jefe del ejército de Hazor, en mano de los filisteos y en mano del rey de Moab, quienes les hicieron la guerra.