Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 15:23-30 verso por verso
Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y la obstinación es como la iniquidad de la idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del SEÑOR, él también te ha desechado a ti, para que no seas rey.
Entonces Saúl dijo a Samuel: — Yo he pecado; porque he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, temiendo al pueblo y accediendo a su voz. Perdona, pues, mi pecado,
y vuelve conmigo para que yo adore al SEÑOR.
Pero Samuel respondió a Saúl: — No volveré contigo, porque has desechado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado a ti, para que no seas rey sobre Israel.
Cuando Samuel se volvió para irse, Saúl se agarró del extremo de su manto, el cual se rasgó.
Samuel le dijo: — El SEÑOR ha rasgado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a tu prójimo, que es mejor que tú.
Además, la Gloria de Israel no mentirá ni se arrepentirá, porque él no es hombre para que se arrepienta.
Y Saúl respondió: — Yo he pecado; pero ahora hónrame, por favor, en presencia de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, volviendo conmigo para que yo adore al SEÑOR tu Dios.