Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 16:3-9 verso por verso
Invita a Isaí al sacrificio; yo te enseñaré lo que has de hacer, y tú me ungirás al que yo te diga.
Samuel hizo lo que dijo el SEÑOR. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirlo temblando y preguntaron: — ¿Es pacífica tu venida?
Él respondió: — Sí, es pacífica. Vengo para ofrecer un sacrificio al SEÑOR. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio. Después de purificar a Isaí y a sus hijos, los invitó al sacrificio.
Y aconteció que cuando ellos llegaron, él vio a Eliab y pensó: “¡Ciertamente su ungido está delante del SEÑOR!”.
Pero el SEÑOR dijo a Samuel: — No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, pues yo lo he rechazado. Porque el SEÑOR no mira lo que mira el hombre: El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el SEÑOR mira el corazón.
Luego Isaí llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel, quien dijo: — Tampoco a este ha elegido el SEÑOR.
Después Isaí hizo pasar a Sama. Y Samuel dijo: — Tampoco a este ha elegido el SEÑOR.