Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 17:40-43 verso por verso
Entonces tomó su cayado en su mano y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en la bolsa pastoril, en el zurrón que llevaba. Y con su honda en su mano, se fue hacia el filisteo.
El filisteo venía acercándose a David, precedido de su escudero.
Cuando el filisteo miró y vio a David, lo tuvo en poco, porque era un joven de tez sonrosada y de hermoso semblante.
Y el filisteo preguntó a David: — ¿Acaso soy yo un perro para que vengas contra mí con palos? El filisteo maldijo a David por sus dioses.