Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 18:18-23 verso por verso
David respondió a Saúl: — ¿Quién soy yo, y qué es mi vida o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
Pero sucedió que cuando llegó el tiempo en que Merab, hija de Saúl, debía ser dada a David, fue dada por mujer a Adriel el mejolatita.
Pero Mical, la otra hija de Saúl, amaba a David. Esto le fue dicho a Saúl, y el asunto le pareció bien.
Luego pensó Saúl: “Yo se la daré para que le sirva de trampa y para que la mano de los filisteos sea contra él”. Y Saúl dijo a David por segunda vez: — Hoy serás mi yerno.
Entonces Saúl dio órdenes a sus servidores: — Hablen en secreto a David, diciéndole: “He aquí, el rey te aprecia, y todos sus servidores te quieren bien; sé, pues, yerno del rey”.
Los servidores de Saúl dijeron estas palabras a oídos de David, y este preguntó: — ¿Les parece poca cosa ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre e insignificante?