Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 18:7-11 verso por verso
Y mientras danzaban, las mujeres cantaban y decían: “¡Saúl derrotó a sus miles! ¡Y David a sus diez miles!”.
Saúl se enojó muchísimo. Estas palabras le desagradaron, y pensó: “A David le dan diez miles, y a mí me dan miles. ¡No le falta más que el reino!”.
Desde aquel día en adelante, Saúl miraba con sospecha a David.
Aconteció al día siguiente que un espíritu malo de parte de Dios se apoderó de Saúl, y este desvariaba dentro de su casa. David tañía el arpa con su mano, como lo hacía día tras día, y Saúl tenía una lanza en la mano.
Entonces Saúl arrojó la lanza pensando: “¡Clavaré a David en la pared!”. Pero David lo esquivó dos veces.