Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 19:8-17 verso por verso
Volvió a haber guerra, y David fue y combatió contra los filisteos. Él les ocasionó una gran derrota, y huyeron ante él.
Entonces un espíritu malo de parte del SEÑOR vino sobre Saúl. Y estando él sentado en su casa, tenía su lanza en su mano, mientras David tañía con la mano.
Luego Saúl intentó clavar a David en la pared con la lanza, pero David esquivó a Saúl, quien golpeó la lanza contra la pared. Aquella noche David huyó y se escapó.
Saúl envió mensajeros a la casa de David para que lo vigilaran y le dieran muerte a la mañana siguiente. Pero Mical, su mujer, avisó a David diciendo: — Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto.
Entonces Mical descolgó a David por una ventana, y él se fue, huyó y se escapó.
Después Mical tomó un ídolo doméstico y lo puso sobre la cama, acomodándole a la cabecera una almohada de cuero de cabra y cubriéndolo con la ropa.
Y cuando Saúl envió mensajeros para que prendieran a David, ella respondió: — Está enfermo.
Saúl volvió a enviar mensajeros para que vieran a David, diciendo: “¡Tráiganmelo en la cama para que lo mate!”.
Entraron los mensajeros, y he aquí que el ídolo estaba en la cama, y una almohada de cuero de cabra a su cabecera.
Entonces Saúl preguntó a Mical: — ¿Por qué me has engañado así y has dejado ir a mi enemigo, de modo que se escapase? Mical respondió a Saúl: — Porque él me dijo: “¡Déjame ir! Porque si no, te mato”.