Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 20:1-16 verso por verso
David huyó de Nayot, en Ramá. Después acudió a Jonatán y le dijo: — ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál es mi pecado contra tu padre, para que él trate de quitarme la vida?
Él le respondió: — ¡De ninguna manera! No morirás. He aquí que mi padre no hace cosa grande ni pequeña que no me la revele. ¿Por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? ¡No será así!
Pero David volvió a jurar diciendo: — Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia ante tus ojos y pensará: “Que Jonatán no sepa esto, no sea que se entristezca”. Ciertamente, ¡vive el SEÑOR y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte!
Entonces Jonatán dijo a David: — Haré por ti lo que tú digas.
Y David respondió a Jonatán: — He aquí que mañana es luna nueva, y yo debo sentarme con el rey para comer. Pero tú dejarás que me vaya y me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.
Si tu padre me echa de menos, dirás: “David me pidió encarecidamente que lo dejara ir de inmediato a Belén, su ciudad, porque todos los de su familia tienen allá el sacrificio anual”.
Si él dice: “Está bien”, entonces tu siervo tendrá paz. Pero si se enoja, sabrás que el mal está determinado de parte de él.
Tendrás, pues, misericordia de tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en un pacto del SEÑOR contigo. Si hay maldad en mí, mátame tú. ¿Para qué llevarme hasta tu padre?
Y Jonatán respondió: — ¡Nunca te suceda tal cosa! Antes bien, si llego a saber que está determinado de parte de mi padre que el mal venga contra ti, ¿no te lo avisaré yo?
Entonces David preguntó a Jonatán: — ¿Quién me avisará, si tu padre te responde con aspereza?
Jonatán dijo a David: — Ven, salgamos al campo. Salieron ambos al campo,
y Jonatán dijo a David: — Vive el SEÑOR Dios de Israel, que cuando yo haya hablado con mi padre mañana como a esta hora, las nueve de la mañana, he aquí que si él muestra buen ánimo para con David, ¿no enviaré yo para hacértelo saber?
Pero si mi padre quiere hacerte daño, ¡así haga el SEÑOR a Jonatán y aun le añada, si no te lo hago saber! Así te despediré, y te irás en paz; y que el SEÑOR esté contigo, como estuvo con mi padre.
Y si quedo vivo, muéstrame la misericordia del SEÑOR, para que yo no muera.
Cuando el SEÑOR destruya de la tierra uno por uno a los enemigos de David, no elimines para siempre tu misericordia de mi casa.
Así Jonatán hizo un pacto con la casa de David, y dijo: — ¡El SEÑOR lo demande de mano de los enemigos de David!