Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 20:8-17 verso por verso
Tendrás, pues, misericordia de tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en un pacto del SEÑOR contigo. Si hay maldad en mí, mátame tú. ¿Para qué llevarme hasta tu padre?
Y Jonatán respondió: — ¡Nunca te suceda tal cosa! Antes bien, si llego a saber que está determinado de parte de mi padre que el mal venga contra ti, ¿no te lo avisaré yo?
Entonces David preguntó a Jonatán: — ¿Quién me avisará, si tu padre te responde con aspereza?
Jonatán dijo a David: — Ven, salgamos al campo. Salieron ambos al campo,
y Jonatán dijo a David: — Vive el SEÑOR Dios de Israel, que cuando yo haya hablado con mi padre mañana como a esta hora, las nueve de la mañana, he aquí que si él muestra buen ánimo para con David, ¿no enviaré yo para hacértelo saber?
Pero si mi padre quiere hacerte daño, ¡así haga el SEÑOR a Jonatán y aun le añada, si no te lo hago saber! Así te despediré, y te irás en paz; y que el SEÑOR esté contigo, como estuvo con mi padre.
Y si quedo vivo, muéstrame la misericordia del SEÑOR, para que yo no muera.
Cuando el SEÑOR destruya de la tierra uno por uno a los enemigos de David, no elimines para siempre tu misericordia de mi casa.
Así Jonatán hizo un pacto con la casa de David, y dijo: — ¡El SEÑOR lo demande de mano de los enemigos de David!
Jonatán hizo jurar de nuevo a David, a causa de su amor por él; porque lo amaba con toda su alma.