Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 21:2-7 verso por verso
David respondió al sacerdote Ajimelec: — El rey me ha encomendado un asunto y me ha dicho: “Nadie sepa nada de este asunto al cual te envío y que te encomiendo”. Y en cuanto a los jóvenes, acordamos reunirnos en cierto lugar.
Ahora pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que haya.
El sacerdote respondió a David y dijo: — No tengo a mano pan común. Solamente tengo pan sagrado, si es que los jóvenes se han abstenido, al menos, de mujeres.
David respondió al sacerdote y le dijo: — A la verdad, las mujeres nos han sido vedadas como antes, al salir; y los cuerpos de los jóvenes están purificados, aun cuando el camino es profano. Con mayor razón hoy, ellos tienen sus cuerpos purificados.
Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había más pan que los panes de la Presencia, los cuales habían sido retirados de la presencia del SEÑOR y reemplazados por panes calientes el día en que fueron quitados.
Aquel día estaba presente allí, detenido delante del SEÑOR, uno de los servidores de Saúl, cuyo nombre era Doeg el edomita, el principal de los pastores de Saúl.