Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 22:16-23 verso por verso
Y el rey dijo: — ¡Morirás irremisiblemente, Ajimelec, tú y toda tu casa paterna!
Entonces el rey dijo a los de su escolta que estaban apostados alrededor de él: — ¡Vuélvanse y maten a los sacerdotes del SEÑOR! Porque la mano de ellos también está con David, y porque sabiendo que él huía, no me lo hicieron saber. Pero los servidores del rey no quisieron extender su mano para matar a los sacerdotes del SEÑOR.
Entonces el rey dijo a Doeg: — ¡Vuélvete tú y arremete contra los sacerdotes! Doeg el edomita se volvió y arremetió contra los sacerdotes y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían efod de lino.
Y a Nob, la ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada: hombres y mujeres, niños y lactantes; bueyes, asnos y ovejas; a todos los hirió a filo de espada.
Pero un hijo de Ajimelec hijo de Ajitob, que se llamaba Abiatar, escapó y huyó tras David.
Abiatar contó a David cómo Saúl había hecho matar a los sacerdotes del SEÑOR.
Y David dijo a Abiatar: — Yo sabía aquel día que estando allí Doeg el edomita, él sin falta se lo iba a contar a Saúl. Yo he sido la causa de la muerte de todas las personas de tu casa paterna.
Pero tú, quédate conmigo; no temas. Quien atente contra mi vida también atentará contra la tuya, pero conmigo estarás seguro.