Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 22:9-17 verso por verso
Entonces Doeg el edomita, que estaba a cargo de los siervos de Saúl, respondió: — Yo vi al hijo de Isaí, que fue a Nob, a Ajimelec hijo de Ajitob.
Este consultó por él al SEÑOR, le dio provisiones y también le entregó la espada de Goliat el filisteo.
El rey mandó llamar al sacerdote Ajimelec hijo de Ajitob y a toda su casa paterna, los sacerdotes que estaban en Nob. Y todos ellos vinieron al rey.
Saúl dijo: — Escucha, pues, hijo de Ajitob. Y él dijo: — Heme aquí, señor mío.
Saúl le preguntó: — ¿Por qué conspiraron contra mí, tú y el hijo de Isaí, cuando tú le diste pan y espada, y consultaste por él a Dios, para que se levantara contra mí y me asechara como lo hace en este día?
Ajimelec respondió al rey diciendo: — ¿Quién entre todos tus servidores es tan fiel como David, que además es yerno del rey, jefe de tu guardia personal e ilustre en tu casa?
¿Acaso fue aquel día la primera vez que consulté por él a Dios? ¡De ninguna manera! No culpe el rey de cosa alguna a su siervo ni a toda mi casa paterna, pues tu siervo no ha sabido ninguna cosa de este asunto, ni grande ni pequeña.
Y el rey dijo: — ¡Morirás irremisiblemente, Ajimelec, tú y toda tu casa paterna!
Entonces el rey dijo a los de su escolta que estaban apostados alrededor de él: — ¡Vuélvanse y maten a los sacerdotes del SEÑOR! Porque la mano de ellos también está con David, y porque sabiendo que él huía, no me lo hicieron saber. Pero los servidores del rey no quisieron extender su mano para matar a los sacerdotes del SEÑOR.