Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 26:17-20 verso por verso
Saúl reconoció la voz de David y preguntó: — ¿No es esa tu voz, David, hijo mío? David respondió: — ¡Sí, es mi voz, oh mi señor el rey!
— Y añadió — : ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué maldad hay en mi mano?
Ahora, por favor, escuche mi señor el rey las palabras de su siervo. Si el SEÑOR te ha incitado contra mí, que él acepte una ofrenda. Pero si han sido hombres, sean ellos malditos delante del SEÑOR, porque hoy me han expulsado para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, diciendo: “¡Ve y sirve a otros dioses!”.
Ahora pues, no caiga mi sangre en tierra lejos de la presencia del SEÑOR, porque el rey de Israel ha salido para buscar una pulga, como quien persigue una perdiz por los montes.