Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 28:8-14 verso por verso
Saúl se disfrazó poniéndose otra ropa, y fue con dos hombres. Llegaron de noche a la mujer, y él dijo: — Por favor, evócame a los muertos y haz que suba quien yo te diga.
Pero la mujer le respondió: — He aquí, tú sabes lo que ha hecho Saúl; cómo ha eliminado del país a los que evocan a los muertos y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones una trampa a mi vida para causarme la muerte?
Saúl le juró por el SEÑOR, diciendo: — ¡Vive el SEÑOR, que ningún mal te vendrá por esto!
Entonces la mujer preguntó: — ¿A quién haré que suba? Él respondió: — Haz que suba Samuel.
Al ver la mujer a Samuel, gritó fuertemente. Y la mujer habló a Saúl diciendo:
— ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! El rey le dijo: — No tengas miedo. ¿Qué has visto? La mujer respondió a Saúl: — He visto un espíritu que sube de la tierra.
Entonces él le preguntó: — ¿Qué aspecto tiene? Ella respondió: — Sube un hombre anciano, envuelto en un manto. Saúl entendió que era Samuel, e inclinando el rostro a tierra se postró.