Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 30:16-31 verso por verso
Entonces los llevó, y he aquí que estaban desparramados sobre la superficie de toda la tierra, comiendo, bebiendo y haciendo fiesta por todo aquel gran botín que habían tomado de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá.
David los atacó desde antes del amanecer hasta la tarde del día siguiente. Ninguno de ellos escapó, excepto unos cuatrocientos jóvenes que montaron en los camellos y huyeron.
Así libró David todo lo que habían tomado los amalequitas. Asimismo, David libró a sus dos mujeres.
No les faltó cosa alguna, ni pequeña ni grande, ni de los hijos, ni de las hijas, ni de las cosas robadas, ni nada de cuanto habían tomado para sí. Todo lo recuperó David.
David tomó también todas las ovejas y las vacas. Y llevándolas delante del otro ganado, decían: — ¡Este es el botín de David!
Entonces David vino a los doscientos hombres que habían quedado muy agotados para seguirlo a los cuales habían hecho quedar en el arroyo de Besor. Ellos salieron a recibir a David y a la gente que venía con él. Y cuando David se acercó a aquella gente, los saludó deseándoles paz.
Entonces intervinieron todos los malos y perversos que había entre los hombres que habían ido con David, y dijeron: — Puesto que no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos salvado, excepto a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y que se vayan.
Pero David respondió: — No hagan eso, hermanos míos, con lo que nos ha dado el SEÑOR, quien nos ha protegido y ha entregado en nuestra mano la banda que vino contra nosotros.
¿Quién los escuchará en este asunto? Igual parte han de tener los que descienden a la batalla y los que se quedan con el equipaje. ¡Que se lo repartan por igual!
Y sucedió que desde aquel día en adelante él hizo que esto fuera ley y decreto en Israel, hasta el día de hoy.
Cuando David llegó a Siclag, envió parte del botín a sus amigos, los ancianos de Judá, diciendo: “He aquí un regalo para ustedes del botín de los enemigos del SEÑOR”.
Lo envió a los que estaban en Betel, a los de Ramot en el Néguev, a los de Jatir,
a los de Aroer, a los de Sifmot, a los de Estemoa,
a los de Racal, a los que estaban en las ciudades de los de Jerameel, a los que estaban en las ciudades de los queneos,
a los de Horma, a los de Corasán, a los de Atac,
a los de Hebrón y a los de todos los lugares donde David había andado con sus hombres.