Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 4:12-18 verso por verso
Aquel mismo día, cierto hombre de Benjamín corrió desde el campo de batalla hasta Silo, con la ropa rasgada y tierra sobre su cabeza.
Cuando llegó, he aquí que Elí estaba sentado en un banco vigilando junto al camino, porque su corazón temblaba a causa del arca de Dios. Cuando aquel hombre llegó a la ciudad y dio la noticia, toda la ciudad prorrumpió en griterío.
Al oír Elí el estruendo del griterío, preguntó: — ¿Qué estruendo de alboroto es este? El hombre se dio prisa, vino y dio la noticia a Elí.
Elí tenía ya noventa y ocho años; sus pupilas estaban inmóviles, de modo que no podía ver.
El hombre dijo a Elí: — Soy el que ha venido de la batalla; hoy escapé de la batalla. Y Elí le preguntó: — ¿Qué ha pasado, hijo mío?
El mensajero respondió y dijo: — Israel ha huido delante de los filisteos. Ha ocurrido una gran mortandad entre el pueblo. También han muerto tus dos hijos, Ofni y Fineas; y el arca de Dios ha sido capturada.
Y aconteció que cuando él mencionó el arca de Dios, Elí cayó de espaldas del banco, junto a la puerta. Se quebró la nuca y murió, porque era hombre anciano y obeso. Él había juzgado a Israel durante cuarenta años.