Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Samuel 9:22-27 verso por verso
Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, los hizo entrar en la sala, y les dio lugar a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta hombres.
Y Samuel dijo al cocinero: — Trae acá la porción que te di, la cual te dije que guardaras aparte.
El cocinero tomó un muslo, lo sacó y lo puso delante de Saúl. Y Samuel dijo: — He aquí lo que estaba reservado; ponlo delante de ti y come, porque para esta ocasión fue guardado para ti cuando dije: “Yo he invitado al pueblo”. Así que aquel día Saúl comió con Samuel.
Y cuando habían descendido del lugar alto a la ciudad, él habló con Saúl en la azotea.
Al día siguiente madrugaron, y sucedió que al tiempo de la aurora Samuel llamó a Saúl que estaba en la azotea, y le dijo: — Levántate para que te despida. Saúl se levantó, y salieron ambos, él y Samuel.
Descendieron al extremo de la ciudad, y Samuel dijo a Saúl: — Dile al criado que se nos adelante, pero tú espera un poco para que te declare la palabra de Dios. Y el criado se adelantó.