Explicación, estudio y comentario bíblico de 1 Timoteo 6:11-21 verso por verso
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia, la mansedumbre.
Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado y confesaste la buena confesión delante de muchos testigos.
Te mando delante de Dios, quien da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, quien dio testimonio de la buena confesión delante de Poncio Pilato,
que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.
A su debido tiempo la mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, el Rey de reyes y Señor de señores,
el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. A él sea la honra y el dominio eterno. Amén.
A los ricos de la edad presente manda que no sean altivos ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas sino en Dios quien nos provee todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, que sean generosos y dispuestos a compartir,
atesorando para sí buen fundamento para el porvenir para que echen mano de la vida verdadera.
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas palabrerías y los argumentos de la falsamente llamada ciencia
la cual, profesando algunos se descarriaron en cuanto a la fe. La gracia sea con ustedes.