Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Corintios 1:17-24 verso por verso
Siendo ese mi deseo, ¿acaso usé de ligereza? ¿O será que lo que quiero hacer lo quiero según la carne; de manera que en mí haya un “sí, sí” y un “no, no”?
Pero Dios es fiel: Nuestra palabra para ustedes no es “sí y no”.
Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, que ha sido predicado entre ustedes por nosotros (por mí, por Silas y por Timoteo), no fue “sí y no”; más bien, fue “sí” en él.
Porque todas las promesas de Dios son en él “sí” y, por tanto, también por medio de él decimos “amén” a Dios, para su gloria por medio nuestro.
Y Dios es el que nos confirma con ustedes en Cristo y el que nos ungió;
es también quien nos ha sellado y ha puesto como garantía al Espíritu en nuestros corazones.
Pero yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que es por consideración a ustedes que no he pasado todavía a Corinto.
Porque no nos estamos enseñoreando de la fe de ustedes. Más bien, somos colaboradores para su gozo, porque por la fe están firmes.