Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Corintios 12:5-10 verso por verso
¡De aquel hombre me gloriaré! Pero de mí mismo no me gloriaré sino en mis debilidades.
Porque, si acaso quisiera gloriarme, no sería yo insensato, pues diría la verdad. Pero desisto, para que nadie piense de mí más de lo que ve en mí u oye de mí.
Y para que no me enaltezca sobremanera por la grandeza de las revelaciones, me ha sido dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás, que me abofetee para que no me enaltezca.
En cuanto a esto, tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí
y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
Por eso me complazco en las debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones y angustias por la causa de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.